En los últimos días infinidad de notas y voces salieron a plantear la polémica en torno a si la ballena franca austral está correctamente dibujada en el nuevo billete de $200 que comenzará a emitir el Banco Central durante el transcurso del 2016. Cuestión que no es menor por cierto y que merece también ser discutida.
Ahora bien, ¿qué sucede cuando uno mira el dorso de este nuevo billete? Se encuentra nuevamente, nada más y nada menos, con el incumplimiento de una Ley Nacional vigente en la actualidad. Hablamos de la Ley N° 26.651, sancionada el 20 de octubre de 2010 y promulgada el 10 de noviembre de ese mismo año, que establece la obligatoriedad de utilizar en todos los niveles y modalidades del sistema educativo, como así también en su exhibición pública en todos los organismos nacionales y provinciales, el mapa bicontinental de la República Argentina el cual muestra la Antártida Argentina en su real proporción con relación al sector continental e insular.
Los mapas y sus escalas han servido a lo largo de la historia como forma de dominación cultural y han contribuido a generar una conciencia eurocéntrica que tiene que ver con una cultura estratégica que el capitalismo siempre nos ha impuesto. Basta tomar la escala de Mercator, con la cual siempre hemos visto el mundo, para ver como por ejemplo Europa se muestra con la misma dimensión que América Latina, como el sur del mundo es más pequeño que el norte y Groenlandia es mucho más importante que África. Cuando vemos nuevas concepciones y tomamos por ejemplo la escala de Peters, que respeta la dimensiones de los continentes, vemos como en verdad África es diez veces más grande que Groenlandia y como América del Sur es el doble que Europa.
Este nuevo billete empezará a ser emitido en el transcurso de este año, junto a nueva serie que irán reemplazando lentamente a los ya conocidos, entre ellos, el billete de $50 homenaje a nuestro reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur. Si uno se detiene unos minutos en el frente del billete podrá observar justamente una pequeña imagen del mapa bicontinental, que expresa no sólo el apoyo regional a esta causa soberana, sino que busca generar una conciencia sobre nuestros territorios en el Atlántico Sur.
Todavía nos falta mucho como sociedad, retroceder en estas cuestiones no es un tema menor. Conocer nuestras leyes, tomar real magnitud de la dimensión de nuestros territorios y generar una conciencia marítima que hasta el día de hoy sigue siendo una cuenta pendiente, es una forma de contribuir a la defensa de nuestra soberanía.///PACO