Enero: empecé el año subido al tanque de agua de la casa que alquilaba con dos amigos mirando los fuegos artificiales en el Once. Hicimos una fiesta que organizamos un día antes por Facebook y reventó. Poco después corté con una chica con la que estaba saliendo. Perdí un freelanceo. Nació Revista Paco. Tenía insomnio. Fumé paco. Aprendí que el cambio es inevitable.
Febrero: Tuve conjuntivitis. Corté con otra chica con la que estaba saliendo. Viajé a Córdoba por anteúltima vez. Escribí sobre el efecto de Internet en las neuronas. Dejé de fumar. Engordé dos kilos. Aprendí que la voluntad no siempre es necesaria.
Marzo: Organicé la anteúltima Rispé. Empecé terapia. Escribí que nadie muere de verdad en Internet. No me fui de vacaciones. Seguí sin fumar. Engordé dos kilos. Me cagué a trompadas por una discusión de la que ya ni me acuerdo. Aprendí que lo que duele no son las piñas, sino la sutura.
Abril: Pedí el retiro en mi otro trabajo para irme de viaje por tiempo indefinido a Shangai. No sé dónde queda Shangai. Corté con otra chica con la que estaba saliendo. Viajé a Córdoba por última vez. Todavía estoy pagando las cuotas del pasaje. Seguí sin fumar. Engordé dos kilos. No me fui de vacaciones. Aprendí que la paciencia es importante.
Mayo: Comenzaron las paritarias del gremio de prensa para negociar los aumentos salariales correspondientes a 2013. Terminó la MSTRPLN. Me deprimí. Me desperté borracho y desorientado en un departamento de Once que no era el mío. Corté con otra chica con la que estaba saliendo. Seguí sin fumar. Engordé dos kilos. No me fui de vacaciones. No me dieron el retiro. No aprendí nada.
Junio: Me echaron de casa. Venció el contrato de alquiler y a último momento nos avisaron que no lo iban a renovar. Vendí una heladera y un freezer, regalé una cama y una cafetera, tiré todo lo que sobraba. Metí el resto en cajas, subí a un auto y me fui a lo de mi vieja. Me deprimí. Estuve una semana en cama con faringoamigdalitis. Las paritarias no se arreglaron un carajo. Seguí sin fumar. Engordé dos kilos. No me fui de vacaciones. No me dieron el retiro. Aprendí que los amigos no están en las malas, sino en las peores.
Julio: Me robaron el celular mientras trataba de tomar el Sarmiento en Liniers. Me instalé en la casa de una amiga que se fue de vacaciones. Terminé #Vómito, mi primera novela. Corté con otra chica con la que estaba saliendo. Las paritarias no se arreglaron un carajo. Seguí sin fumar. Engordé dos kilos. No me fui de vacaciones. No me dieron el retiro. Aprendí que terminar es importante.
Agosto: Hice la última Rispé. Fue un desastre. Me sacaron un diente sin anestesia. Volví a la casa de mi vieja. Me deprimí. Corté con otra chica con la que estaba saliendo. Me puse de novio. Me puse contento. Las paritarias se arreglaron y logramos un aumento magro sobre los sueldos miserables que se pagan en el gremio de prensa. Seguí sin fumar. Engordé dos kilos. No me fui de vacaciones. No me dieron el retiro. Aprendí que Agosto se los lleva.
Septiembre: Nos emborrachamos. Me puse contento. Escribí que las tomas de colegio son inútiles. Me invitaron al programa de Eduardo Feinmann en C5N, un episodio que preferiría olvidar. Seguí sin fumar. Engordé dos kilos. No me fui de vacaciones. No me dieron el retiro. Aprendí que todo se cura.
Octubre: Me mudé a un dos ambientes oscuro de Once, cerca del anterior. Escribí sobre el barrio chino. A fin de mes, mi novia se mudó conmigo. Me puse feliz. Seguí sin fumar. Engordé dos kilos. No me fui de vacaciones. No me dieron el retiro. Aprendí que mudarse de nuevo es carísimo.
Noviembre: Pasé tres semanas esperando el resultado de un examen médico. Tuve insomnio, pesadillas, ataque de pánico, sudor frío. Dio bien. Fuimos felices. Seguí sin fumar. Engordé dos kilos. No me fui de vacaciones. No me dieron el retiro. Aprendí que lo que mata es la incertidumbre.
Diciembre: Se casó un amigo. Viajamos a Luján. Hicimos paro porque despidieron a siete compañeros. Sufrimos el apagón. Fuimos felices. Sobrevivimos a las fiestas. Seguí sin fumar. Engordé dos kilos. No me fui de vacaciones. No me dieron el retiro. No sé dónde queda Shangai. Aprendí que no importa.