Desde hace diez o quince años, de manera sostenida, algo está cambiando en el Mundo Boca. La década de éxitos deportivos, aquella larga que empezó en 1998 y que recién ahora parecería estar aquietándose, puso a Boca Juniors en la posición de ser un club internacional, una marca global y una empresa muy redituable.
Una posición necesariamente incómoda en tanto trajo aparejadas una serie de consecuencias, propias de la hiperprofesionalización futbolística y marcaria, que entraron en fuerte tensión con la identidad histórica del club.
Hablamos del acceso restringido al estadio, que hace muy difícil o imposible asistir a los partidos si uno no pertenece a la en este país muy exclusiva red de bancarizados, la aparición de estrategias de marketing invasivas, como quitarle la franja amarilla al escudo o ponerle una casaca violeta al equipo, y la reformulación de la Bombonera como un espacio de pertenencia semi-exclusiva, con populares que se transformaron en plateas, asientos vip protegidos por un blindex a raz del césped o los recientes rumores que dicen que Angelici habría conseguido inversores para construir un Emirates Stadium azul y oro en cualquier lugar ajeno a la tradición histórica del club.
En este contexto, las voces están divididas. Hay quienes están a favor de una modernización que, afirman, es progresista y necesaria. Y hay quienes están en contra o, al menos, tienen algo que decir.
Entre estos últimos está La Passucci, un grupo comando de hinchas de Boca ultramontanos que militan la Doctrina Clásica Bostera con fe talibán. Nacidos a la vida pública en 2011, y tomando como leitmotiv y declaración la biografía de ese centrocampista hermoso, bigotudo, potente, que lo partió al traidor Ruggeri en el superclásico del ’85, la agrupación lleva uno de los blogs más documentados que se haya visto, al menos en lo que a historia deportiva se refiere: kilómetros y kilómetros de fuentes, escaneadas y comentadas, que tienen como objetivo mitificar aún más al club más popular de la Argentina. REVISTA PACO accedió a una entrevista con uno de los miembros de la orga, que no se identificó en ningún momento y habló en nombre del espíritu de La Passucci.
¿Qué es y como nace La Passucci?
La Passucci es un grupo de hinchas de Boca que funciona como una logia secreta y tiene como objetivo defender la mística boquense y mantener vivas nuestras tradiciones. Nace justamante porque detectamos con mucha preocupación que desde hace un tiempo a esta parte, desde varios lados se está tratando, a veces intencionalmente y a veces no, de degradar, ningunear y hasta negar nuestra mística. Que es justamente lo que hace a Boca diferente a todos los equipos del mundo. Incluso desde parte de algunos medios de comunicación masivos se está tratando de robarnos nuestra mística para transferírsela a otro equipo que jamás la tuvo y le encantaría tenerla.
Una de las cosas más impresionantes es el trabajo documental que realizan, ¿cómo es el proceso? ¿Cómo eligen lo que quieren investigar y cuáles son sus fuentes? ¿Tienen pensado realizar algo con todo ese material, más allá del blog?
En cuanto a las fuentes de consulta, nos comprometimos ser lo más objetivos posible y le escapamos tanto a las revistas partidarias de Boca como a las declaraciones de nuestros propios jugadores Sería poco serio y muy fácil citar a Mouzo hablando bien de la hinchada xeneize. Ahora, si el que pondera el aliento del Jugador Nro. 12 es por ejemplo, Labruna, Ahumada o Amadeo Carrizo, la cosa es mucho más meritoria y más creíble. O incluso jugadores extranjeros como Deco, Coutinho o Pelé. Por eso nuestro trabajo de recopilación no le hace asco a nada y busca en todos medios neutrales o rivales: diarios como Crónica, Clarín, La Nación, Popular, La Razón, Páginas 12, revistas El Gráfico, Goles Match, Estadio y hasta partidarias de River. Por suerte nuestras bibliotecas secretas están bien provistas con material de todas las épocas y lo suficientemente organizadas para que haya passuccis que se tomen el trabajo de escanear e ir proponiendo notas para hacer.
También recibimos muchas sugerencias por mail y todas son agendadas para no dejar pasar nada. Luego nos reunimos mínimo una o dos veces por mes y ahí definimos los temas a tratar a corto y largo plazo.
Con todo ese material, la idea de hacer algo más que un blog, por ejemplo dejar por escrito en un libro todo el laburo que hacemos, es tentadora. Pero no es algo que nos quite el sueño porque no estamos interesados en adquirir fama o sacarle un rédito económico. Sólo que la mística de Boca sea defendida si es necesario trabando de cabeza para que las futuras generaciones de hinchas de Boca sienta lo mismo que sentimos nosotros. Orgullo e identidad.
La patada de Passucci a Ruggeri, en el ’85.
Casaca violeta, marketing, popular convertida en platea, ingreso restringido a la cancha, nuevo estadio… ¿Es realmente para tanto? Si está pasando y pasó con todos los grandes clubes del mundo, ¿por qué pretender que para Boca sea distinto?
Justamente porque Boca es distinto a todos los demás. Primero, que todo el mundo haga algo no implica que esté bien ni que tengamos que hacerlo. Generalmente en el país se copian recetas sin analizar contextos, se venden espejitos de colores. Realmente nos importa muy poco que cosas hagan en Barcelona o qué cancha construyó el Arsenal. Boca tiene su identidad, su historia, su mística y es innegociable. Querer mejores ingresos, mayor difusión, contacto con el fútbol europeo y apertura de nuevos mercados nos parece bárbaro; pero no a costa de nuestra historia. Si el Real Madrid, el Manchester o el Milan están dispuestos a vender su identidad por ingresos extraordinarios será problema de ellos (dudamos realmente que ellos hayan cambiado algo). Boca puede generar muchos ingresos sin dejar de jugar de azul y oro, sin cambiarse de cancha, sin que haya que vender sólo abonos empresariales. Es para tanto, porque el fútbol, una actividad nacida en las clases populares, se la están adueñando lentamente personajes que lo único que pretenden es hacer negocio a costa de los que verdaderamente somos hinchas.
La actualidad de Boca es en parte o totalmente consecuencia de su década más ganadora, paradojicamente. ¿Qué balance hacen ustedes de ese periodo? ¿Hubiese sido posible ganar todo lo que se ganó en los últimos diez años sin convertir a Boca en una empresa?
Es la pregunta más fácil de responder: Boca ganó Libertadores e Intercontinental, sumó popularidad incalculable, fue campeón a nivel local varias veces, tuvo ídolos notables, estableció distintos tipos de récords dentro y fuera del campo de juego, levantó con esfuerzo un estadio de cemento con una mística muy particular y se ganó todo el prestigio que le dio fama internacional previamente a esta década actual.
Si Boca logró todo antes de esa década dorada, también podría lograrlo después, sin correrse ni un centímetro de su historia, identidad y mística. Si Boca arrasó con varios torneos en los últimos años se debe a que es Boca, primeramente, ha tenido un grupo de jugadores y técnicos a la altura de las circunstancias y posteriormente pueda endilgarse algo al manejo «empresario» (que dicho sea de paso podríamos preguntarnos si fue tan exitoso en otros clubes)
Roberto Passucci habla de Enzo Franccescoli en la entrevista que se puede ver completa acá.
¿Hacen política partidaria en Boca?
No hacemos política en la vida interna de Boca ni estamos interesados en hacerla. No es nuestro objetivo. Eso nos quitaría de nuestro eje. Todo nuestro esfuerzo va dirigido a una cosa muy básica: que se respete la mística de Boca. Defenderla, transmitirla a las nuevas generaciones como a nosotros nos fue transmitida por padres, tíos y abuelos. Que quedad claro qué diferencia a Boca del resto de los equipo. Creemos que es una tarea elemental pero nada fácil en tiempos donde los medios de comunicación juegan un papel tan importante.
¿Se identifican con alguna agrupación? ¿Con cuál y por qué?
Somos muchos los que integramos La Passucci pero si algo tenemos claro y estamos de acuerdo es que llegada la hora de una votación en Boca, nuestro candidato será aquel que respete y represente más cabalmente la mística de Boca. Que conjugue por supuesto un proyecto serio pero sin darle la espalda a nuestra historia, a nuestras tradiciones. Sin traicionar nuestra identidad. Que en definitiva es lo que hace que Boca sea Boca. Sino seríamos un club como cualquier otro. Tener un club ordenado institucional y económicamente es compatible con el respeto por nuestros valores. Una cosa no quita la otra. En Boca, respetar su mística, consideramos que es algo primordial.
Una jugada de Hrabina que le da el claim a La Passucci: trabar de cabeza.
¿Qué opinan de los idas y vueltas de Riquelme por volver al club?
No fue todo lo prolijo que hubieramos querido. Y todos los actores contribuyeron a que así sea. Pero lo más importante es que Riquelme pueda despedirse jugando para Boca. Su historia y su condición de ídolo, lo merecían. Eso es lo que más nos importaba. Era una locura que Riquelme se retire del fútbol jugando en Tigre o en un Palmeiras.
¿Qué opinan del tema de las barrabravas en el fútbol argentino y, más específicamente, de los conflictos internos en la 12?
A ver, nadie puede estar de acuerdo en que 3 micros hagan una emboscada en la ruta para tirotear a otros 3 micros. Sean del equipo rival o incluso del mismo equipo. En eso nada tiene que ver el folclore ni la pasión. No nos interesa la cultura del aguante de “quien corrió a quien”. Eso es un falso folclore. Eso es un combo “folclore+violencia” al cual no adherimos. Pero tampoco somos tan inocentes como para no ver que cuándo se juntan intereses políticos y económicos, evidentemente hay mucha gente dispuesta a corromperse. Entonces el problema no es que a 100 tipos se les ocurrió ser violentos. El problema es más profundo. Conflictos internos en La 12 hay hoy, hubo en los 90, en los 80 y en los 70 también. ¿Qué opinamos? Que lo mejor para todos es que los resuelvan muy lejos de las canchas de fútbol.///PACO