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1/ La épica mamaria es el nuevo hit de nuestra crema mental podrida.

2/ La leche descremada del progresismo no alcanza a saciar los sueños gastronómicos del pueblo mundano.

3/ Vivimos en la Argentina láctea donde todos comemos el pan lactal de la intrascendencia emotiva alguna vez.

4/ ¿Quién no vio un sachet de leche flotando en las olas de Mar del Plata?

5/ Escribiré un poema de leche negra en las redes sociales. Leche prohibida, leche policial, leche pública.

6/ La leche derramada de la histeria la mujer también la desea.

7/ Dame la teta, Madre de Dios. Damela en público y que tu leche me llene de vida y neurosis.

8/ Convengamos que el hijo histérico del feminismo y la autoayuda es difícil de criar fuera de las redes sociales.

9/ El yo narcisista del feminismo, más peligroso que .

10/ El feminismo nació como necesaria respuesta a una prohibición. ¿Y ahora? ¿Quién prohibe qué?

11/ También es cierto que por Twitter se milita con más comodidad.

12/ Mataron a Dios y le dieron ese poder a la fantasía idiota de miles de mujeres ociosas.

13/ ¿Se necesita crear un otro represivo para gozar? Pero si es una fantasía muy chirle, gozás poco y mal. 

14/ Esto me recuerda la vieja frase de Stendhal: «Qué lástima que el agua fresca no esté prohibida, ¡qué rica sería!»