Al cumplirse 101 años del inicio de la Primera Guerra Mundial (1914-1919), Nórdica Libros junto con Capitán Swing lanzaron la reedición de Más allá de la contienda de Romain Rolland (Francia, 1866 – 1944). El libro reúne ensayos, cartas y notas que Rolland publicó en la revista Journal de Genéve mientras colaboraba con la Cruz Roja, desde el inicio de los conflictos, agosto de 1914, hasta el 2 de noviembre de 1916. Romain Rolland fue un prolífico escritor, ensayista y dramaturgo, a la vez que fue un reconocido pacifista y humanista. Su obra maestra es Jean Christophe (1904-1912), novela en diez volúmenes que le valió el reconocimiento de la academia Sueca con el Premio Nobel de Literatura en 1916 “como homenaje al elevado idealismo de su producción literaria”. También dentro de sus obras se encuentran sendas biografías sobre Gandhi o los 7 volúmenes publicados póstumamente sobre Beethoven. En Más allá de la contienda, Rolland insta a la sociedad a elevar su altura moral y a no olvidarse que aquellos a quienes hoy se odia, antes fueron sus hermanos. El libro funciona como un diario íntimo, no en el sentido de privacidad, sino porque es posible leer en los textos, las pasiones que la guerra le genera al autor y también encontrar en los temas que discute, las pasiones que la guerra despertó en toda Europa.
“El rasgo más chocante de esta epopeya monstruosa, el hecho sin precedentes, es la unanimidad a favor de la guerra en todas las naciones que participan en la contiendan”.
Más allá de la contienda es el nombre del segundo texto que incluye libro. “Todos vosotros, jóvenes de todas las naciones que lucháis trágicamente por un ideal común, jóvenes hermanos enemigos… ¡Qué queridos me resultáis ahora que vas a morir!” mientras Rolland escribía y publicaba estas palabras, su amigo, el poeta y ensayista Charles Péguy (Francia, 1873 – 1914) moría en el frente de batalla. “¿Qué recompensa tendrá la generosa entrega de esta juventud ávida de sacrificio? Yo os lo diré, su recompensa es degollarse unos a otros.” Rolland demuestra poseer visión y claridad a la hora de describir la coyuntura política. Advierte sobre el peligro de confundir Nación o Estado, a quienes asocia con los dirigentes políticos, con el pueblo. Insta a los medios de prensa y a los intelectuales a no perder de vista que los pueblos son hermanos, que se parecen, que comparten la moral y el derecho y que son los intereses de los poderosos los que luchan. “El rasgo más chocante de esta epopeya monstruosa, el hecho sin precedentes, es la unanimidad a favor de la guerra en todas las naciones que participan en la contiendan”. Se asombra de ser el único, o uno de los pocos, realmente horrorizado por lo que sucede “los escritores deberían tener mejores cosas que hacer que escribir una pluma sanguinaria y gritar, delante de su escritorio: ¡Mata!, ¡Mata!”
Muchos pasajes de Más allá de la contienda están narrados con un amor y una solidaridad parecida a la que puede vivir una sociedad en una inundación o alguna catástrofe. Recuerda por momentos, con menor crueldad, pero con la misma fuerza testimonial, Si esto es un hombre de Primo Levi. Rolland discute el lugar de la intelectualidad europea, para él la tarea de los pensadores “consiste en proteger al pensamiento de los estragos de la guerra y recordar que, incluso en las peores tempestades, su más alto deber es salvaguardar la unión espiritual de la humanidad civilizada”. Tiene al menos dos enfrentamientos directos con escritores alemanes, uno con Gerhart Hauptmann, texto que abre el libro y otro, al que atiende en numerosas ocasiones, con Thomas Mann. Mann sostiene que la defensa de la Kultur alemana y su capacidad de fuerza son en sí misma la justificación de todos los actos que puedan cometer. Es decir, Thomas Mann sostiene que Alemania tiene razón porque su propia fuerza lo demuestra. “Todo el que se niega a compartir el delirio colectivo levanta sospechas” dice Rolland en momentos donde siente que lleva adelante una batalla solitaria.
“Todo el que se niega a compartir el delirio colectivo levanta sospechas” dice Rolland en momentos donde siente que lleva adelante una batalla solitaria.
El libro está bien narrado y pese al uso del vosotros, la traducción es muy buena, sin regionalismos ni palabras raras. Se le podría agregar un índice onomástico, ya que hay numerosos escritores e intelectuales nombrados. La edición cuenta además con una serie de fotografías de la Primera Guerra que suman valor documental. El libro puede resultar un poco repetitivo, dado a partir de la mitad, se adjuntan testimonios que Rolland va recibiendo. Más allá de la contienda exige una relectura del siglo XX desde la visión clara del autor francés. El libro avanza a medida que avanza la guerra y la lectura de Rolland y se transforma a medida que sus emociones se modifican. Evoluciona desde la desesperación primera, el duelo por la muerte de Péguy, hasta una sólida posición antibelicista, humanitaria, que con toda la fuerza de su palabra e inteligencia sostiene la figura de una Europa civilizada anterior a los hombres de las elites feudales, a quienes acusa de instigar la guerra. A esta Europa civilizada, anterior y superior, es a la que dirige su mensaje, a la gran familia humana. Un lectura actual del libro es muy posible, a cien años de la primer gran guerra, hoy la tecnología ha generado una nueva forma de combate, el combate virtual y a distancia. Rolland es un escritor incómodo, que dice lo que nadie se atreve. Su libro, cien años después, sigue funcionando como un manifiesto de la humanidad por la humanidad/////PACO